Los alrededores de Chambre
La segunda zona que hay que vigilar al pescar en el Glenan son las entradas y salidas de la cámara. Estas zonas más profundas, de unos 8 a 15 metros, son pasillos entre las rocas. Es a través de estos espacios que la cámara se llena y se vacía con las mareas, ya que están naturalmente más expuestos a la corriente.

Lugares de paso
Obviamente, estos canales son pasos obligados para las lubinas que desean transitar entre la Cámara y el mundo exterior. Así que tiene sentido interceptarlas allí. Además, como estos canales actúan inevitablemente como embudos, concentran la corriente (¡que sigue siendo débil!) y, por tanto, la alimentación.
Expuesto al oleaje
Por ello, las zonas exteriores próximas a la Casa son especialmente delicadas, con un gran número de ellas emergiendo en la inmersión. Estas zonas son las primeras expuestas al oleaje y al viento, y el oleaje y la espuma que inevitablemente se forman atraen a un gran número de depredadores al pie de las rocas expuestas.

Pescar musgo
En los días ventosos y cuando el oleaje está bien formado, merece la pena ir a buscar lubinas en la parte exterior, cerca de la Casa. Elige el lado más expuesto y no dudes en lanzar un señuelo duro o blando lo más cerca posible de las rocas. La zona blanqueada por el musgo suele ser el punto estratégico. Sin embargo, es esencial respetar las normas básicas de seguridad y no ser demasiado avaricioso
Mira un poco más profundo
Si no se centra en los afloramientos rocosos, tendrá que pescar a mayor profundidad, a una profundidad media de entre 10 y 15 metros. Los señuelos serán algo más voluminosos y pesados que en la Cámara en general y le convendrá decantarse por las babosas, que imitan a la perfección a las anguilas de arena, numerosas en este tipo de posiciones. Los corredores arenosos salpicados de rocas son muy numerosos en las orillas de la Chambre.

Lineal y vuelo
La pesca con sedal y mosca con babosas de 12 a 15 cm o sábalos del mismo tamaño son la norma para pescar en estas zonas. Los pesos más habituales oscilan entre 15 y 25 g, en función de la profundidad y el perfil del señuelo elegido. En días ventosos, a veces es útil pescar con más peso para mantener un buen control de la línea. En estos lugares, aunque sea posible "rascar" algún pez encajado, el objetivo es encontrar peces activos, por lo que es mejor buscarlos en el agua.

Grandes stickbaits
En estas zonas, más profundas pero también a veces más agitadas que la cámara, los señuelos de superficie deben ser más sustanciosos para incitar a las lubinas a subir 10 o 15 metros. Los modelos de 13 a 15 cm son los más eficaces y permiten lances a gran distancia que garantizan una prospección perfecta.
A tales profundidades, es preferible pescar lentamente, es decir, con múltiples pasadas y pausas para permitir que el depredador penetre en la capa de agua.

La combinación perfecta
Teniendo en cuenta los señuelos que vas a utilizar, una caña de 10-50 g y 1,8 m será la mejor opción para pescar en las orillas del lago. Un carrete de tamaño 4000, equipado con trenza PE1.2 y un bajo de línea 30/100, completará tu equipo y te dará la versatilidad necesaria para utilizar todas las técnicas que desees.