El carbono, componente básico del 90% de las cañas de pescar del mercado, es un material muy presente en nuestros equipos. Sin embargo, hasta hace 2-3 años, su uso se limitaba al blank. Poco a poco se ha ido extendiendo a las empuñaduras de las cañas y hoy existe una gran oferta, al menos para los constructores de cañas. ¿A qué se debe este éxito?

El diseño
Para entender las razones del éxito de las empuñaduras de carbono y, lo que es más importante, cómo mejoran la eficacia de su herramienta, primero debemos analizar su diseño. Las empuñaduras de carbono no se mecanizan a partir de una pieza de carbono en bruto, sino que son un calcetín trenzado de fibra de carbono que se pega a un núcleo de espuma. Este último material es una espuma densa y muy dura.
Ligereza
La primera ventaja que obtienes y que notas cuando eliges utilizar puños de carbono es la ligereza de los elementos y, en consecuencia, de tu caña una vez terminada. En efecto, la espuma es mucho más ligera que la eva y el corcho. Hoy en día, con estos materiales, diseñar una herramienta de 100 gramos se ha convertido en algo muy habitual. La ligereza es evidentemente un signo de comodidad de uso y permite un buen equilibrio de su conjunto, sobre todo porque los carretes también son cada vez más ligeros.

Rigidez y sensibilidad
La segunda ventaja técnica que orienta a los constructores de cañas hacia los puños de carbono es la ganancia en sensibilidad. La espuma es una espuma extremadamente rígida y, como tal, transmite las vibraciones y, por tanto, la información mucho mejor que cualquier otro material más habitual. La eva y el corcho tienen una cierta flexibilidad que absorbe las ondas. Prueba de ello es que el corcho se utiliza habitualmente para insonorizar una habitación.

La mirada
Más allá de los aspectos técnicos, también hay razones más subjetivas y "superficiales" que contribuyen a la locura de los pescadores por los puños de carbono. Si la estética no contribuye al éxito de nuestras salidas, en cambio contribuye en gran medida a nuestro placer. Y no podemos negarlo, ¡el carbono tiene un encanto innegable!

Una oferta variada
Con el tiempo, la oferta ha crecido considerablemente y si los primeros modelos de puños sólo estaban disponibles en negro, hoy en día puede variar los placeres con rojo, azul, amarillo, etcâeuros¦
Además de los colores disponibles, hay varias formas que se adaptan a los distintos modelos de portacarretes, pero también en acabados lisos o gofrados.

Barnizado o desnudo
Por último, aunque añada peso a la caña, es posible barnizar los puños para darles brillo y un toque extra de singularidad.