El material que hay que utilizar para pescar a potera lenta, la importancia de la delicadeza

Aparejos de pesca slow jig © Perrotte-Duclos Antonin

Desde la elección del jig hasta la caña y el carrete, pasando por la elección del color, la pesca con slow jig requiere un equipo específico. Conocida por su eficacia, la pesca con slow jig es fácil de preparar.

Elección de la plantilla

A la hora de pescar, elegir el jig adecuado es crucial. El peso de los slow jigs varía mucho de una marca a otra, desde 60 g hasta más de 250 g, por lo que elegir el adecuado no siempre es fácil. Obviamente, como en toda pesca vertical en el mar, cuanto mayor sea la profundidad, mayor será el peso del jig. Sin embargo, en el slow jigging, el objetivo no es tocar el fondo a toda velocidad, sino lo más despacio posible. Cuando la deriva es débil, los jigs ligeros, incluso a grandes profundidades, suelen provocar más picadas porque se deslizan mejor.

El color de la plantilla

Cada modelo de jig se presenta en una gama de colores en la que es fácil perderse. A más de 100 metros de la superficie, hay muy poca luz solar y los peces no perciben los colores como nosotros. Utilizar colores fosforescentes aumenta las posibilidades de que nuestro jig sea avistado en la oscuridad de las profundidades. Por el contrario, cuando se pesca a poca profundidad, los colores capaces de reflejar la luz imitan mejor a las presas en apuros. Ya sean naturales o de fantasía, cada color tendrá su día de gloria, así que es importante variar para encontrar el adecuado.

Un coloris très efficace
Un color muy eficaz

Juego de caña y carrete

La pesca con jigs lentos requiere una gran amplitud de movimientos. Las cañas diseñadas para este tipo de pesca miden entre 1,80 m y 2,00 m, lo que permite lanzar jigs de más de 180 g con facilidad y sin esfuerzo. Las gamas de potencia suelen alcanzar un máximo de 200 g, más que suficiente para pescar a más de 150 metros de profundidad. Naturalmente, el carrete deberá contener una gran cantidad de trenza, un mínimo de 300 metros. Algunos carretes tienen una sola manivela, como los de spinning. Esto permite aplicar más fuerza gracias a su longitud y facilita la lucha. Las manivelas dobles también funcionan, pero son menos adecuadas.

Un moulinet avec une grosse contenance
Un carrete de gran capacidad

Embalaje del carrete

En el jigging lento, el trenzado es imprescindible en un carrete, ya que aumenta enormemente la sensibilidad. Su relación diámetro/resistencia permite almacenar una gran cantidad de sedal en la bobina. Los trenzados multicolores, marcados con un cambio de color cada 10 metros, ofrecen un mejor seguimiento de la profundidad a la que se encuentra nuestro jig. La resistencia ideal para el slow jigging ronda las 30 lb. Elige preferiblemente una trenza de 8 cabos o incluso de 12 si quieres dedicarte de lleno a esta técnica de pesca. En cuanto al bajo de línea, lo ideal es una longitud de 7 a 12 metros, en función de la claridad del agua. El bajo de línea debe ser al menos tan resistente como la trenza, es decir, de 30 lb, lo que, según la marca, equivale a 40 centésimas de fluorocarbono.

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