Todo lo que debe saber sobre el slow jigging, una técnica de pesca eficaz

© Antonin Perrotte-Duclos

Directamente procedente de Japón, el slow jigging es una técnica de pesca vertical que se ha popularizado en Francia. Esta variante del jigging clásico es muy eficaz y debe practicarse correctamente para garantizar los resultados.

La forma especial de las plantillas

A diferencia de los jigs convencionales, los slow jigs tienen una forma especial. La forma especial del slow jig no está diseñada para imitar a ningún pez, sino para ofrecer la máxima resistencia al agua en el descenso. Su perfil muy plano le permite deslizarse por el agua y, por lo tanto, ser recogido por un depredador en la bajada. El peso medio de estos jigs suele ser relativamente alto para contrarrestar el efecto de deslizamiento de un jig demasiado ligero. En el slow jigging, no es exagerado utilizar pesos de más de 100 gramos por cada 30 metros de profundidad. Por supuesto, algunos modelos son más o menos deslizantes que otros y la elección del jig adquiere importancia.

En combat avec un beau poisson
En combate con un hermoso pez

Animaciones adaptadas

Para que un jig lento funcione mejor, tienes que adaptar tus animaciones. El movimiento ascendente del jig sirve principalmente para que los peces vean el señuelo a gran distancia. Es en el descenso cuando se producen las picadas, ya que es entonces cuando el jig empieza a deslizarse por el agua como un pez herido. Funcionan varios tipos de animación, pero la más eficaz es dar un gran tirón hacia arriba con la caña y luego dejar que el jig vuelva a bajar, manteniendo una ligera tensión a medida que se avanza.

Ferrer correctamente

Las picadas pueden producirse al principio de la fase de descenso, cuando la caña apunta hacia el cielo. Prepárate para lanzar rápidamente para poner la caña horizontal y lograr una buena picada. Los jigs lentos suelen llevar de 2 a 4 anzuelos sencillos, lo que aumenta las posibilidades de que pique un pez que agarre el jig cuando está planeando. A pesar de ello, hay que golpear con relativa fuerza, con el mayor movimiento posible, para clavar los anzuelos en las durísimas bocas de los peces a los que nos dirigimos.

Especies objetivo

Un magnifique hogfish des îles canaries pris au slow jig
Un hermoso pez cerdo canario capturado con una plantilla lenta

El jigging lento le permite pescar una amplia gama de especies, cada tipo de fondo le permitirá pescar nuevas especies. En general, la pesca con jig se practica en fondos rocosos en busca de denti. Ocasionalmente se producen capturas accidentales como el mero, una especie protegida y muy frágil, que es mejor evitar sacar a la superficie. Existen muchas otras opciones, por ejemplo, los fondos arenosos o de grava permiten buscar el famoso lucio, un luchador excepcional para su tamaño y muy agresivo con el slow jig. Las mejores zonas para practicar el slow jigging son los descensos pronunciados situados entre 60 y 120 metros de profundidad. Estos descensos, ya sean arenosos o rocosos, crean corrientes que proporcionan alimento a toda la cadena trófica.

Pelágicos también

Además de las especies ya mencionadas, también hay peces pequeños como el martín pescador, la gallineta nórdica y el págalo en zonas que superan los 100 metros. Toda esta vida atrae inevitablemente la atención de los grandes depredadores que pasan por allí. Pelámidos y bonitos se reúnen a menudo en las aguas abiertas por encima de estos desniveles y no dudan en agarrar una potera. Para concluir la cadena alimentaria, el atún y la serviola están presentes para ofrecerle sensaciones extremas y combates de larga duración. Sea voluntario o no, picar un pez muy grande mientras se pesca con un jig lento es habitual, por lo que tendrá que estar preparado para poner a prueba su equipo y su cuerpo para ver a estos peces perforar la superficie.

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