Las perdigones son ninfas bastante recientes, ya que aparecieron en las cajas de moscas hace unos veinte años. Perdigón significa perdigón de plomo en español. De hecho, los perdigones se montan para prospectar las zonas de aguas más bajas de nuestros ríos.
Estas ninfas con forma de pera suelen ir montadas con una bola de tungsteno, un material denso combinado con un cuerpo liso que permite a la mosca alcanzar rápidamente su profundidad de nado. Incluso las imitaciones de tamaño modesto son capaces de correr en corrientes bastante fuertes.
¿Qué acción de pesca?
Los perdigones son eficaces en muchas situaciones, siempre que el pescador sepa moverlos en bonitas vetas de agua. Es por ejemplo en ninfa con un toc que estas moscas expresen todo su potencial. En lances ¾ río arriba, los perdigones entrarán en acción muy rápidamente, con su perfil hidrodinámico, tanto si se utilizan solos como en un jig. Será aconsejable ofrecer una deriva natural y permanecer en contacto con las imitaciones para poder golpear al menor comportamiento sospechoso de nuestra línea.

Las cañas de mosca también son adecuadas para manejar perdigones. Ya sea con látigos polivalentes de 9 pies para líneas de 4 o 5 pies, estas cañas permiten volver a tierra firme rápidamente para aprovechar la eclosión.
Para pescar ninfas con sedal, algunos pescadores optan por látigos de 10 a 11 pies con sedales de 3 o incluso 2 pies. Para pescar tímalos en ríos grandes con perdigones pequeños, este tipo de equipo ofrece una experiencia de pesca agradable.
Algunos consejos para hacer tus propios perdigones
No hace falta ser un gran montador de moscas para producir perdigonales que capturen peces. El montaje de estas moscas de incentivo es técnicamente muy sencillo. En resumen, necesita bolas de tungsteno (por ejemplo, de 3 mm de diámetro para anzuelos de 12 mm), fibras de pardo para hacer las anillas, oropel holográfico, barniz y una lámpara UV.

En este artículo se describen los distintos pasos monte sus primeros perdigones si al principio las primeras moscas le llevarán unos diez minutos, a partir de entonces el atador se vuelve más eficiente, se ocupa de los toques finales y crea rápidamente patrones únicos basados en sus pensamientos y en su propia experiencia en el agua.