Una buena antena para una mayor eficacia
La picada se caracteriza por la representación visual de un movimiento de la punta del flotador y puede adoptar dos formas. O bien (y ésta es la mayoría de los casos) se dice que está "deprimida" cuando la punta penetra en toda la superficie del agua, o bien se dice que está "levantada" cuando el pez levanta la plomada. Esto da lugar a un movimiento vertical del flotador que no siempre es fácil de percibir.
La mordida determina entonces el momento preciso en que debe efectuarse el herraje. Para ello, la punta debe cumplir 2 criterios relativamente opuestos: debe estar suficientemente sensible para que los peces no sientan demasiada resistencia y se perfectamente visible para que el pescador pueda actuar con total seguridad. Si no elige la punta adecuada, se enfrentará a un gran número de picadas perdidas y peces desenganchados.
4 materiales de antena con propiedades diferentes
Con propiedades muy específicas (que describiré a continuación), en el mercado existen 4 tipos principales de antenas. Hay flotadores con antenas metálicas, de fibra de vidrio, de plástico macizo y de plástico hueco.
1) La antena metálica
La antena metálica es especialmente fina, lo que la hace extremadamente sensible y discreta a la vez. Su diámetro suele oscilar entre 0,4 y 0,8 mm, lo que genera muy poca sustentación. El cebo a utilizar con este tipo de antena es principalmente una lombriz o un pinkie. Un cebo más pesado haría que la antena se hundiera sin control.
Por lo tanto, la punta metálica es preferible para todas las pescas "técnicas" en orilla o a media distancia, donde los peces son especialmente recelosos.
2) La antena de fibra de vidrio
Las antenas de fibra de vidrio suelen tener un diámetro de entre 0,5 y 1 mm. Son tan sensibles como una antena metálica (para el mismo diámetro), pero también mucho más visibles. Por lo tanto, este tipo de antena puede utilizarse para todo tipo de pesca de peces pequeños y medianos que pican, desde la orilla o a media distancia, e incluso con una pértiga larga si las condiciones no son demasiado desfavorables.
Son preferibles los cebos más pequeños, como las larvas de mosquito, los pececillos o los gusanos (para diámetros mayores), ya que la elevación de la antena es relativamente baja.
3) La antena de plástico macizo
La antena de plástico macizo es sin duda la más utilizada. Su diámetro, generalmente entre 0,6 y 1,2 mm, le confiere una buena sensibilidad y, sobre todo, una excelente visibilidad. Todos los tipos de cebo pueden utilizarse con flotadores equipados con este tipo de antena (bloodworms, pinkies, gusanos, pequeñas lombrices de tierra).
Tintada en la masa, la antena de plástico macizo puede pintarse con un rotulador negro y volver a su color original tras una simple limpieza con un paño empapado en acetona (o quitaesmalte).
Consejo como la visibilidad a veces cambia durante una salida de pesca, siempre tengo cerca un pequeño frasco lleno de quitaesmalte.
4) La antena de plástico hueca
Con un diámetro mayor (de 1 a 2 mm y más), la punta de plástico hueca proporciona una excelente visibilidad y una mayor sustentación, pero también es menos sensible. Este tipo de punta debe reservarse para la pesca de peces que pican y/o en condiciones extremas (poca visibilidad, viento, etc.). La mayor ventaja de este tipo de punta es su elevación, que le confiere una mayor resistencia al hundimiento, lo que facilita distinguir la picada "real". Suelo utilizar este tipo de antena cuando hay oleaje o cuando la densidad de peces es alta.
La pesca al curricán (que a veces provoca "falsas" picadas) y el uso de cebos "voluminosos", como suele ocurrir en la pesca del siluro, también requieren este tipo de consejos.
Un flotador con una punta de plástico hueca como el "Luigi" (derecha) es preferible para todas las pescas en las que se requiere una buena elevación de la punta.
Estas 4 antenas tienen propiedades diferentes, por lo que es fácil ver por qué su elección es tan importante si quieres sacar el máximo partido a tu viaje de pesca.
Sin embargo, como nada es inamovible cuando se pesca (viento variable, olas más o menos grandes, cambio de cebo si es necesario, etc.), a veces es necesario cambiar el equilibrio de la línea para que la punta sea más (o menos) visible o más (o menos) sensible. Mi truco consiste en colocar siempre unos bolígrafos cuadrados sobre la masa de plomo de cada una de mis líneas. Me permiten ajustar el equilibrio de mis trazos sin cambiar su mecánica. Si es necesario, puedo quitar algunos o añadir más fácilmente con un pequeño alicate.
Todos los elementos que hay que tener en cuenta ya están fijados. Ahora te toca a ti resolver las sutilezas para optimizar tu futura salida de pesca.