Sin barra de muerte
La lubina, un pez pelágico, tiene una vejiga natatoria que se llena de gas cuando lo necesita. Normalmente, el pez hace paradas para limitar la expansión de este órgano en función de la profundidad a la que se encuentre.
Durante un ascenso rápido debido a una captura profunda (más de 20 m), estos niveles no siempre se respetan y el pez llega a la superficie inflado o flotando de costado. Su liberación en tales condiciones es difícil, si no imposible, sin la intervención del pescador para hacer que se descomprima.

Efervescencia
Esta técnica consiste en perforar la vejiga natatoria del pez para liberar el gas contenido en la vejiga y permitir que el pez se equilibre con la presión de la superficie. Esta acción sólo debe llevarse a cabo si el pez no puede salir por sus propios medios, ya que no está exenta de riesgos. Si se perfora en el lugar equivocado, se condenará al pez, pero si está bien hecho, puede liberarse o colocarse en el vivero para su posterior liberación.

Para ello, utiliza una aguja perforadora lo suficientemente larga y de diámetro suficiente para que el aire salga con facilidad. Yo utilizo el modelo 40 x 1,2 mm - rosa, pero hay otros modelos disponibles.
¿Cómo abrirse paso?
Si es posible, evite la perforación e intente liberar al pez inmediatamente. Algunos pescadores sueltan el pez de cabeza para forzarlo a atravesar los primeros metros. Cuando se hunda hasta el fondo, se equilibrará solo.
Si no es posible, coloque al pez de lado (tenga cuidado de no quitarle la mucosidad, que es su capa protectora natural contra parásitos y otras posibles lesiones). Tenga en cuenta que la manipulación del pez fuera del agua debe hacerse con cuidado. Evite comprimir al pez o colocarlo sobre la cubierta. Utilice un paño húmedo como alfombrilla.

Para pincharla, proceda del siguiente modo:
- En la columna vertebral, localice la 4ª espina dorsal.
- Desde ahí, une la línea lateral verticalmente.
- Baja 4 filas de escalas.
- Utilice la aguja para levantar la escala en este punto y deslice la aguja a través.
- Por último, taladre verticalmente.
- Coloca el pez en el agua y sujétalo, sin comprimirlo, y verás cómo salen burbujas de aire. Cuando ya no veas burbujas, puedes retirar la aguja y dejar que el pez vuelva a las profundidades.

Esta acción no está exenta de riesgos para los peces y no es aplicable a todas las especies. Por ejemplo, a menudo se condena el lugar si se eleva desde una profundidad demasiado grande.