El dorado de agua dulce o tigre de río
El dorado, salminus maxillosus es un gran depredador del orden Characiformes. Recibe el apodo de tigre de río.
Puede llegar a medir alrededor de un metro y pesar 25 kg, pero las capturas más habituales oscilan entre 5 y 10 kg.
Se trata de un enorme pez salmónido con una cabeza que representa ¼ de su longitud total, de forma ovalada y que termina en una boca grande y una mandíbula muy poderosa, dotada de numerosos dientes pequeños y afilados como navajas
Su nombre procede de su color dorado (dorado), que le permite camuflarse en los fondos arenosos, salpicado de negro y rojo en su ancha y poderosa aleta caudal.
Vive en zonas con corrientes, donde su morfología y musculatura le permiten aprovecharse de sus presas, que consisten principalmente en peces como el sábalo y la boga, pero también pequeños siluros y pirañas.

Se encuentra en todos los ríos de esta parte del país, especialmente en el río Paraná y sus numerosos afluentes, como el río Uguguay, el Paraguay y el Juramento. También se la puede encontrar remontando el río Corientes, hasta los esteros del Iberá, la segunda zona húmeda más grande de Sudamérica después del Pantanal, con unos 20.000 km2. Reserva natural de importancia internacional en virtud de la Convención de Ramsar, es rica en flora y fauna.

Pesca del dorado
El dorado se pesca con equipos que pueden utilizarse para la pesca de macabíes exóticos o palometa y baby sábalo.
Lo más habitual es utilizar una caña de 9 pies para una línea de 8, pero pueden emplearse líneas de 9 a 10 en función del tamaño del pez que se persiga. Lo más frecuente es utilizar una línea flotante, prolongada por un bajo de línea cónico terminado en un bajo de línea de acero de 30 o 40 libras, para resistir los afilados dientes y la poderosa mandíbula de los peces.
Las moscas empleadas suelen ser engaño andino, imitaciones de peces pequeños creadas específicamente para este depredador tan codiciado en Argentina. Pero también sirven moscas para el pavón o el sábalo. Se necesitan anzuelos fuertes de hierro de los tamaños 1/0 a 3/0. Imitaciones de roedores y moscas de superficie pueden completar la selección. ¡Los ataques son explosivos!

Al dorado le gusta perseguir a sus presas en grupos bloqueándolas contra bancos de arena, bordes, o esperándolas en puntos clave como ensenadas, bajo el follaje y cualquier obstáculo que rompa la corriente como árboles sumergidos, como en el Río Paraná.
Sus ataques son violentos y rápidos como el rayo. Sus cacerías suelen ser repentinas y de corta duración.
Hay que cubrir un poco de terreno cuando no hay actividad visible y lanzar cerca de los obstáculos para luego devolver el sedal con una raya bastante sostenida. El golpe es violento y se nota que la seda tira con fuerza o se detiene. Es muy importante golpear inmediatamente haciendo varias tiras largas con la línea para que el anzuelo penetre en la boca dura y cartilaginosa del dorado, como con el sábalo. Si tiene el mal reflejo de levantar la caña, ¡el primer salto desenganchará inevitablemente al pez!
Hay que mantener la calma y tirar del sedal con toda la fuerza posible, manteniendo la caña baja para evitar que se atasque tras las acrobacias por las que es famoso este pez deportivo.
Las batallas son duras pero de corta duración, ¡ya que se agotan rápidamente tras sus numerosos saltos!
Los alicates de agarre boga son una herramienta inestimable, ya que no querrá meter los dedos en la boca del dorado, que podría rebanárselos de un solo chasquido Unos alicates de punta larga le permitirán retirar la mosca sin hacerse daño.
Se trata de una pesquería promocional pero muy activa. Puede practicarse la pesca a la vista, sobre todo en las aguas claras de algunos ríos o en las orillas arenosas.

Los mejores lugares para pescar dorados en Argentina
El Paraná es sin duda el río en el que más se pesca con dory, ya sea con señuelos o con mosca.
Las aguas limosas dificultan la observación de los peces, pero la caza es habitual durante la temporada alta (de enero a abril).
La mayor parte de la pesca se realiza desde embarcación, lanzando las moscas contra las orillas y los bancos de arena, pero sobre todo cerca de cualquier estructura que rompa la corriente. También es posible pescar otro pez de morfología similar, la pira pita, y a veces un siluro con fama de estar ahí, el surubí, pero que se alimenta más en el fondo.
En la parte alta del río Corrientes y en los esteros del Iberá, las aguas son claras, pero es raro capturarlos a simple vista, aunque puede ocurrir. Sin embargo, ¡los ataques suelen ser visuales y explosivos!
Pira Lodge ofrece una magnífica zona de pesca donde lagunas y ensenadas se entremezclan para formar la cabecera del Río. El dorado está en todas partes en esta zona, para deleite de los pescadores extranjeros de todo el mundo.

Los mayores dorados de Argentina se encuentran en el río Uruguay, sobre todo al pie de la represa de Salto Grande. Monstruos de 20 kg o más rondan la zona.
En el noroeste del país, cerca de Salta, el río Dorado ofrece oportunidades de pesca a vista gracias a sus aguas claras, como en Bolivia en el río Secure aguas arriba, y ciertos afluentes como el Itirisama. También es posible una pesca más técnica y visual.
El río Juramento, cerca de Salta, ofrece situaciones de pesca similares a las del Paraná, pero en un río más pequeño. Se puede pescar desde la orilla, pero principalmente se hace desde un bote a la deriva.