Una salida en coeficientes altos
Este último viaje tuvo lugar durante las mareas altas de octubre. Aunque algunas especies como la lubina se benefician de estas épocas, para peces como el atún no son los mejores periodos. Las fuertes corrientes y los grandes movimientos del agua juegan en nuestra contra.
¿Cuál es la razón? Las presas son arrastradas mucho más lejos por la corriente y tienen dificultades para permanecer concentradas en la misma zona. Esto dificulta que el atún rojo las agrupe y forme cacerías a las que luego planeamos acercarnos y capturar.

Venenos difíciles de encontrar
Las noticias del fin de semana sugieren que habrá bastante actividad en la zona. Salimos confiados, rumbo al mar. Mientras tanto, el coeficiente había cambiado y pasamos de 60 a más de 100. Una vez en la zona, había muchas aves, pero en la sonda se veía muy poca comida. La búsqueda iba a ser complicada.

Por costumbre, cojo la grande cuando los coeficientes son altos. Optamos por esta opción, pero fue en vano. Había muy pocos peces y era muy difícil acercarse a la caza menor.
Intentar comprender la situación
Sin excusas, intentamos averiguar por qué no podíamos localizar al pez. Hay varias explicaciones posibles. La primera es el alto coeficiente, que crea una corriente de más de 5 nudos en el mar.
El segundo es el techo de nubes muy bajo y las malas condiciones de luz. He comprobado que en estas condiciones se caza menos y los peces no rompen mucho la superficie del agua. Por último, al final de la temporada, la cantidad de peces capturados es menor que al principio. En consecuencia, a los atunes les resulta más difícil concentrar su alimento y hay menos cacerías.

Armados con todos estos pensamientos, probamos suerte al final del día en una zona que conocemos, donde los peces suelen cazar cerca del puesto. A esta hora, la corriente es más débil. Cruzamos los dedos para que esta teoría funcione.
Al final, la perseverancia da sus frutos
6 de la tarde, y por fin la primera buena cacería está en el horizonte. Una caza pequeña y muy densa. No quieres perder la oportunidad. A toda máquina y desde el primer lance, ¡estás enganchado! No tardó en coger el popper de alimentación. Siguió una lucha con un adversario de tamaño medio (entre 50 y 60 kilos), que se dominó en 15 minutos gracias a la potencia del equipo: una caña Rodhouse RPK78.

A esto le siguió una segunda cacería igual de densa. Enganchamos el doble de peces antes de romper en uno de ellos en el apuro. Demasiados peces se rompen a menudo por el roce de la línea con otros peces.
El segundo adversario es eliminado a los 20 minutos. A veces ganan. Volvemos a puerto tras un día complicado, salvados por un pez que vuelve a nadar en el agua.

Esta salida fue probablemente la última de la temporada. La temporada 2024 fue muy buena, por no decir excelente, con muchas salidas, muchos peces enganchados y algunos grandes encuentros. Ya estamos deseando que llegue 2025