Un atractivo añadido

Los señuelos de paleta son muy populares para pescar en agua dulce, pero son bastante raros en el mar. Sin embargo, el principal objetivo de una paleta es imitar los reflejos que emite un pez al moverse. La mayoría de los peces forrajeros del mar, como la anchoa, la sardina o el salmonete, tienen escamas que reflejan mucha luz, sobre todo en las aguas claras del Mediterráneo.
Las vibraciones emitidas por una pala giratoria también son muy interesantes para que los depredadores dirijan su ataque hacia nuestro señuelo. Los Casting jigs se prestan especialmente bien a la adición de una pala, ya que su peso considerable nos permite hacer girar la pala sin esfuerzo.
Mejor paso por la caza

Es obvio que una pala ralentiza la velocidad de descenso de nuestro jig de lanzado cuando está girando. Este fenómeno puede permitirnos utilizar jigs más pesados de lo que estamos acostumbrados, sin riesgo de pasar por debajo del lance y perder el pez. En el caso de los jigs pequeños, la pala también puede permitirnos mantenernos a la caza durante mucho tiempo, ya que gira muy despacio para maximizar nuestras posibilidades de enganchar un pez en un lance.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la paleta ralentizará la penetración del jig en el aire, lo que se traducirá en un lance más corto, de unos 5 a 10 metros. El uso de una pala es más adecuado para pescar en cazas donde los peces son difíciles y nuestro único lance en una cacería debe contar. Cuando las cazas son grandes, con muchos peces agresivos, la paleta no marcará mucha diferencia, ya que los peces ya están picando todo lo que se mueve.
Adaptar el peso y la forma

Tanto si utilizas un jig de casting como un remo, adaptar el peso y la forma del jig lo hará aún más eficaz. Por ejemplo, un jig largo y fino equipado con una pala de sauce proporcionará una mejor distancia de lanzado que un jig corpulento equipado con una pala de colorado. Por otro lado, la pala de sauce ralentizará el descenso del jig en el agua y le obligará a traerlo de vuelta más rápido para mantenerse en la capa de agua adecuada. Cuanto más grande sea la pala, más se ralentizará el descenso. Del mismo modo, cuanto más pequeño sea el jig, más lento será el descenso.
El objetivo de este aparejo es encontrar el equilibrio o equilibrios que mejor se adapten a las distintas condiciones de pesca. Algunos peces también tienen sus propias preferencias, como la gallineta nórdica y la caballa, que prefieren palas de colorado, y los pelámidos y atunes, que se inclinan más por una pala de sauce, que les permitirá pescar más rápidamente en la caza.